Esta web y su blog están dedicados a aprender inglés. Este post va de cosas que tienen que ver con hablar… cualquier idioma. ¿Qué pasa cuando hablas? ¡Empezamos!
Cuando hablas, llevas a cabo acciones – o al menos las desencadenas.
Cuando hablamos, estamos llevando a cabo actos, porque no hablamos si no hay una razón para ello, aunque solo sea interrumpir el silencio: hablar por hablar. Siempre hay una motivación, y hablar es parte de ciertas acciones, como por ejemplo convencer a alguien. O que alguien haga algo por ti como traerte la comida del restaurante chino porque llueve y te da pereza cocinar.
Cuando hablas controlas y manipulas el flujo de aire.
Para hablar y pronunciar sonidos, el mecanismo más frecuente es controlar y manipular el flujo de aire cuando sale. Es lo más típico en la mayoría de los idiomas y en la producción de la mayoría de los sonidos en casi todos los idiomas. Sin embargo hay sonidos en algunos idiomas que se pronuncian al coger el aire con la boca. Otra posibilidad es la de retener el flujo de aire en la boca, manipulando la presión del aire y soltando ese aire de golpe. En este video lo explican muy bien:
Aunque no hayas entendido todo lo que este experto y habilidoso de la pronunciación explica, lo básico es que hay lenguas en el mundo que usan alternativas al aburrido sistema de echar el aire hacia fuera. Que somos unos sosos, vamos.
Cuando hablas utilizas una gran parte de tu cráneo.
Si entras en una cueva y gritas, probablemente te vuelva un eco de tu voz. Tu cráneo, más allá de alojar órganos sin demasiada importancia como el cerebro, tiene una serie de cavidades en su interior. Por eso cuando vas en avión “se te taponan los oídos” y cuando tienes catarro tienes una sensación de tener parte de tu cabeza llena de ¿algodón? (realmente es mucosidad…).
Al hablar usamos todas estas cavidades, el aire avanza por ellas salvo que algo se lo impida (los ya mencionados moquetes). No solamente usamos las fosas nasales y la boca, sino que usamos los senos, que son unas cavidades que tenemos en la cara y que nos sirven como cámaras de resonancia al hablar.
Cuando tienes catarro no hablas por la nariz, sino todo lo contrario.
¿Cómo vas a hablar por la nariz si la tienes llena de “mocos”? De hecho cuando hablamos y tenemos congestión nasal (o peor aún, sinusitis) no podemos usar esas cavidades para emitir sonidos. Por lo tanto lo que nos suena “nasal”, es en el mejor de los casos, un sonido nasal muy forzado (si nos queda algo de apertura nasal sin bloquear) o directamente denasalizado. Es decir, lo que notamos no es que usemos la nariz, sino que hablamos sin usarla.
Cuando hablas tus pliegues vocales vibran a velocidades alucinantes.
Los pliegues vocales, los mal denominados “cuerdas vocales” son las puertas que abren y cierran, regulando el flujo de aire entre los pulmones y el exterior. son una válvula estupenda que no solamente nos permite regular la respiración, sino que en algun momento de nuestra evolución nos ha permitido crear el lenguaje. La glotis es el espacio entre ellos si están abiertos: si están cerrados la glotis no existe.
Lo más alucinante es el papel que tienen en el lenguaje. Los pliegues vocales regulan y doman el chorro de aire que sale de los pulmones, que tiene la misma sutileza que un matasuegras, y lo modula en vibraciones regulares creando una señal acústica que luego modulamos en la boca. Esas vibraciones rara vez bajan de los 85-100 ciclos por segundo en una persona adulta. Las mujeres por lo general suelen tener una frecuencia más alta y los niños y niñas hasta la pubertad tienen una frecuencia mucho más alta (ahora entiendes por qué los gritos de los niños en el restaurante el domingo te molestaban tanto…). Las frecuencias a las que se mueven los pliegues vocales vienen determinadas por la fisiología, pero dentro de lo fisiológicamente posible, cada comunidad lingüística tiene unas preferencias que se aprenden copiando a la gente que te rodea. Es uno de los factores por los que hay gente que nos suena rara, porque no encajan en esas preferencias.
Cuando modulamos de forma voluntaria el flujo de aire y esas vibraciones de los pliegues con motivaciones artísticas, eso se llama cantar.
Cuando hablas, te oyes a ti mismo por los oídos y dentro de tu cabeza a la vez.
He hablado más arriba de los senos que rodean la cavidad nasal y que nos sirven de cavidades de resonancia. El sonido es una vibración con lo cual todo lo que entra en contacto con esa vibración se contagia de alguna manera de ella. Además a través de las Trompas de Eustaquio, nuestra cavidad oral está conectada con los oídos. La vibración de nuestra voz, por lo tanto nos llega desde dentro de la cabeza y desde fuera a la vez.
Por eso cuando nos grabamos y nos oímos después nos suena raro (hasta que te acostumbras): porque solo lo estamos oyendo desde fuera. Y por eso para practicar un idioma está muy bien grabarse a si mismo y escucharse.
Espero que os haya resultado interesante. Creo que saber estas cosas te da una perspectiva diferente de la voz humana y de lo que es hablar un idioma.
Como siempre, si tenéis dudas, preguntas, quejas. sugerencias… escribid:
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